30 de octubre de 2008

El Juicio de Paris


En la antigüedad mítica se celebraron las importantes bodas de Tetis, una divinidad marina e inmortal y Peleo, el afortunado mortal que tenía el privilegio de casarse con una diosa. Al acontecimiento estaban invitados dioses y mortales de ahí la afluencia de invitados.

No todos habían sido invitados a la fiesta. Éride, diosa de la discordia, ofendida por no haber recibido invitación para la boda se presento en la fiesta con una manzana de oro que tenia grabada la siguiente frase: “Para la más bella” y lanzándola sobre la mesa en la que se encontraban sentados los invitados se fue.

Atenea, Hera y Afrodita se abalanzaron sobre la manzana creyéndose merecedoras de dicho titulo. Para resolver el problema recurrieron a Zeus, pero ni el mismo quiso intervenir en una decisión tan comprometida en la que tenía que elegir entre su esposa o sus dos hijas.

Para resolver el problema encargó a su hijo que condujese a las tres diosas hacia el monte Ida, donde se encontraba Paris, un joven hijo del rey Príamo de Troya, que solía pastorear los rebaños en esa zona. Él seria el encargado de otorgar el título a una de las tres diosas. Asi Hermes le entrega la manzana y le da las instrucciones de Zeus.

De este modo las diosas posan delante de Paris ya bañadas y arregladas y se disponen a sobornarlo. Atenea le ofrece hacerlo invencible en la guerra; Hera hacerlo soberano de Asia o de todos los hombres; y por último Afrodita le ofrece el amor de la mortal mas hermosa de Grecia, Helena de Esparta. Paris, sorprendido por esta última propuesta, le pregunta a Afrodita como conseguiría eso si Helena tenia como esposo a Menelao, a lo que la diosa contestó que lo dejase en sus manos.

Finalmente Paris le entrega la manzana a Afrodita. Tras Afrodita cumplir su promesa se desencadena la guerra de Troya, en la que se vera reflejado como Paris ganó la fiel protección de la diosa pero la enemistad de las otras dos.

1 comentario:

Virginia dijo...

Bienvenida al club, Marta!!
Ánimo!!